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Cada persona mantiene relaciones sexuales de manera diferente, por lo que las relaciones con diferentes personas nunca serán iguales. Cambiará la duración, la velocidad, las acciones que realiza cada un@... pero algo que siempre se debería practicar (sin importar el con quién se tenga sexo) es el aftercare después del sexo.
¿Qué es el aftercare?
El aftercare define la práctica del ciudado de las necesidades físicas y psicológicas de las personas después de mantener relaciones sexuales. El término se originó en el ámbito BDSM y se refería al ciudado de las heridas físicas, la retirada de vendajes y esposas, o la demostración de cariño de la persona dominante a la sumisa.
Sin embargo, con el tiempo ha evolucionado a todo tipo de relaciones eróticas y, según varios expertos en la materia, todas las personas deberían practicarlo. Al fin y al cabo, el objetivo de esta práctica es que todas las personas participantes reciban el ciudado y la atención que necesitan para sentirse a gusto, tranquil@s y cómod@s tras practicar sexo.
¿Por qué es importante el aftercare?
El aftercare después del sexo es importante por varias razones, pero sobre todo porque durante las relaciones nuestro cuerpo libera una gran cantidad de hormonas (como la oxitocina o la dopamina) y luego debe ajustarse hormonalmente. Esto, la mayoría de las veces, entraña un periodo de “tristeza” o “melancolía” que aborda el cuerpo después del sexo.
Para evitar tener este “bajón” y darle vida a nuestros pensamientos negativos podemos practicar el aftercare. Podemos pensar en esta práctica como un periodo de relajación en la que nuestro cuerpo vuelve a la normalidad sin pasar por un periodo de regulación hormonal agresivo.
Es cierto que esto no nos lo enseña nadie y que a la mayoría de personas le puede causar repulsión debido al gran nivel de intimidad necesitado para practicarlo (sobre todo con parejas sexuales con las que no tenemos tanta confianza). No obstante, practicar el aftercare tras el sexo puede mejorar la experiencia de todas las personas involucradas en las relaciones en gran medida.
¿Cómo hay que practicar el aftercare?
¿Recuerdas que antes hemos mencionado que cada persona practica el sexo de manera diferente? Bueno, pues la misma regla se aplica al aftercare. Lo mejor para afrontar este tema es simplemente hablarlo tras mantener relaciones (igual que habéis hablado antes, o no, sobre el uso de juguetes eróticos) y hacerlo de manera sincera y abierta.
Tras esto lo mejor es realizar la actividad que haga sentir mejor a tu compañer@ de bailes y viceversa (con consentimiento siempre). Aunque algunas de las practicas más comunes para primeriz@s son:
- Daros mimos de manera recíproca mientras seguís desnud@s. También conocido como cuddling, los mimos son un favorito de la mayoría de personas debido a la relajación y confianza que producen. Además, muchas personas introducen alguna que otra sesión de mirarse a los ojos de manera continuada para añadirle un poquito más de intimidad.
- Darse una ducha conjunta. Este clásico también vale como medida de aftercare para desconectar y relajarse un rato de lo que acaba de suceder.
- Practicar aftercare cada un@ por su cuenta también es una opción que algunas personas prefieren. Desconectar por tu cuenta también es una buena opción si te ayuda a relajarte y volver a tu estado mental de siempre. Aunque es importante también tener en cuenta los sentimientos de la otra persona y no abandonarla nada más terminar las relaciones.
- Hablar de los sentimientos de cada un@ también es una gran opción para conectar y calmarse. Podéis hablar de lo tanto que os ha gustado, apreciar el cuerpo de la otra persona, elogiar algo que haya hecho… pero siempre ofreciendo palabras positivas y con compresión y cariño.
Aunque no practicaras el aftercare, esta practica de ofrecer cariño tras el sexo puede transformar por completo tus relaciones eróticas de cara al futuro. Incluyendo un poquito de cariño, apreciación y compresión podemos sentirnos mejor después de cada coito y ayudar a nuestro cuerpo a recuperar su estado natural.